Urge Consejerías Familiares
La mayoría de hogares peruanos presentan desequilibrios emocionales que les impiden formar hijos con buena salud mental y emocional. Un alto porcentaje viven afectados por la violencia activa o pasiva.; de ahí que urge la necesidad de que se multipliquen los programas de apoyo emocional a través de todas las Institucionales educativas, comunales y de apoyo social como una forma de contrarrestar esta situación.
Según Ximena C. de Quantrill, psicóloga y Directora del Centro de Promoción por la Vida, -CEPROVI-de los 2,000 casos atendidos entre el año pasado a la fecha, el 90% de pacientes provienen de hogares inestables donde la violencia física, sexual y. psicológica están presentes.
De estos casos el 35% son de padres que van en búsqueda de ayuda para sus hijos adolescentes con depresión que hace que sean adictos al Internet, abandono de estudios o drogadicción; el 28% son mujeres que acuden en búsqueda de apoyo por estar “enganchadas” en vínculos de dominación dependencia con el consiguiente maltrato; el 22% referido a niños con problemas escolares cuyo origen es emocional; y otros (15%).Estas personas corresponden a sectores C. D. E
Quantrill señaló que CEPROVI ya ha formado ocho promociones de Consejeras en Desarrollo Emocional- aproximadamente 200- que actualmente están apoyando a las familias, pero que se requieren muchísimas mas.
“Las Consejeras -dijo la profesional- deben ser promocionadas, porque son las que pueden ayudar a las familias a que tomen conciencia de los peligros del maltratos y violencia en la vida futura de niños y adolescentes; así como apoyar a las familias en crisis haciendo que esta situación se vaya solucionando por la vía de la confianza y el consejo apropiado evitando así desenlaces que pueden ser fatales.”.
La formación de estas Consejeras (os), dijo Quantrill, están a cargo de psicoterapeutas, psiquiatras y psicólogos quienes a través de clases teóricas y prácticas las preparan para salir a la comunidad con el mensaje de que una infancia maltratada puede marcar el destino de un ser humano con un signo de infelicidad y sufrimiento. Los estudios tienen como duración un año, una vez por semana y reciben terapia grupal semanal como un medio de crecimiento personal.
La mayoría de hogares peruanos presentan desequilibrios emocionales que les impiden formar hijos con buena salud mental y emocional. Un alto porcentaje viven afectados por la violencia activa o pasiva.; de ahí que urge la necesidad de que se multipliquen los programas de apoyo emocional a través de todas las Institucionales educativas, comunales y de apoyo social como una forma de contrarrestar esta situación.
Según Ximena C. de Quantrill, psicóloga y Directora del Centro de Promoción por la Vida, -CEPROVI-de los 2,000 casos atendidos entre el año pasado a la fecha, el 90% de pacientes provienen de hogares inestables donde la violencia física, sexual y. psicológica están presentes.
De estos casos el 35% son de padres que van en búsqueda de ayuda para sus hijos adolescentes con depresión que hace que sean adictos al Internet, abandono de estudios o drogadicción; el 28% son mujeres que acuden en búsqueda de apoyo por estar “enganchadas” en vínculos de dominación dependencia con el consiguiente maltrato; el 22% referido a niños con problemas escolares cuyo origen es emocional; y otros (15%).Estas personas corresponden a sectores C. D. E
Quantrill señaló que CEPROVI ya ha formado ocho promociones de Consejeras en Desarrollo Emocional- aproximadamente 200- que actualmente están apoyando a las familias, pero que se requieren muchísimas mas.
“Las Consejeras -dijo la profesional- deben ser promocionadas, porque son las que pueden ayudar a las familias a que tomen conciencia de los peligros del maltratos y violencia en la vida futura de niños y adolescentes; así como apoyar a las familias en crisis haciendo que esta situación se vaya solucionando por la vía de la confianza y el consejo apropiado evitando así desenlaces que pueden ser fatales.”.
La formación de estas Consejeras (os), dijo Quantrill, están a cargo de psicoterapeutas, psiquiatras y psicólogos quienes a través de clases teóricas y prácticas las preparan para salir a la comunidad con el mensaje de que una infancia maltratada puede marcar el destino de un ser humano con un signo de infelicidad y sufrimiento. Los estudios tienen como duración un año, una vez por semana y reciben terapia grupal semanal como un medio de crecimiento personal.