Por: Jorge Apolitano Rodríguez

Nadie esta libre de la crisis económica mundial. Se origino en Estados Unidos y se ha extendido en todas partes del mundo. La Comunidad Europea, especialmente España, siente con más énfasis, porque en dicho país se encuentra más de un millón 300 mil inmigrantes, de los cuales 150 mil son peruanos, y agobiados por el desempleo a miles de españoles y latinos.

La crisis económica, es sinónimo de temor, miedo, angustia y pobreza. En América latina, viene afectando a los países pobres como Bolivia, Ecuador y Perú. Aunque digamos que nuestra economía es solida y a pesar que hemos crecido, afectará esta crisis mundial.
Pero no debemos tenerle miedo y más bien debemos trabajar más, pero con ahincó y tener mucha fe en Dios, que esta marea pasara este año, porque estamos preparado y porque los peruanos somos trabajadores y creativos.

Hay una historia de un hombre que vivía a la orilla de un camino y vendía perritos calientes (hot dog) No tenía radio, ni televisión, no leía periódico, ni sabía nada de Internet; pero hacía y vendía buenos perros calientes. Solo se preocupaba por la divulgación de su negocio y colocaba cartelones de propaganda por el camino; ofrecía sus productos en voz alta y el pueblo le compraba.

Las ventas fueron aumentando y por eso empezó a comprar el mejor pan y las mejores salchichas. También le fue necesario comprar un carrito más grande para atender a la creciente clientela porque el negocio prosperaba. Sus perritos eran los mejores de la región. Venciendo su situación económica pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar economía en la mejor universidad.

Su hijo ya graduado con honores, volvió a casa y notó que el papá continuaba con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversación con él: “Papá usted no escucha la radio, usted no ve televisión, usted no lee los periódicos, usted ni sabe de Internet. Hay una gran crisis en el mundo y la situación de nuestro país es crítica. El que no se mueva va a quebrar”. Después de escuchar las consideraciones de su hijo estudiado, el padre pensó:

“Si mi hijo es economista, lee periódicos, ve televisión, sabe de Internet, entonces solo puede tener la razón….” Con miedo de la crisis, el viejo busco el pan más barato (más malo) y comenzó a comprar las salchichas más baratas (las peores) y para economizar dejo hacer los cartelones, no había propaganda, por ahorrar y así soportar la crisis.

Abatido por la noticia de la crisis ya no ofrecía sus productos en voz alta. Tomadas todas esas preocupaciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insostenibles, hasta que el negocio de perros calientes del viejo que antes generaba recursos económicos, para que el hijo estudiara economía, quebró.

Entonces el padre muy triste, se dirigió a su hijo con estas palabras: “Hijo, tenías razón, estamos en medio de una gran crisis” y le comentó orgulloso a sus amigos: “Bendita sea la hora que envié a mi hijo a estudiar economía; el me avisó de la crisis… Si no hubiera sido por él, quién sabe qué hubiera pasado”. Una historia para reflexionar.

Puede ver que nuestras elecciones determinan nuestro destino, este hombre decidió comportarse con un espíritu recesivo, conformista y perdió. En temporada de crisis no hay que dejarse vencer por el miedo hay que ser creativos como los padres de Moisés que se prepararon y lo llevaron a ser príncipe de Egipto.

No llenes tu mente de pensamientos negativos, no te auto límites, no caigas en pánico, llénate de fe y esperanza, solamente así ganaremos a la crisis económica mundial creada por el hombre y los economistas.
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