
Por: Ramón Requena Guerrero
Definitivamente ya no hay cómo ocultarlo, algo muy malo está ocurriendo en nuestra economía. Y la mejor forma de confirmarlo es siguiéndoles los pasos a los empresarios llorones. Estos, los doce apóstoles negados de la primera gestión de Alan García, vuelven a sacar sus sucias uñas, siempre en la penumbra, reclamando, exigiendo una tabla de salvación al gobierno ante la inminente prolongación de una crisis mundial anunciada.
El primer síntoma fue descubrir la desesperación empresarial porque clamaban por una reunión con el ministro de Economía que no le daba la gana de recibirlos, mientras el dólar seguía derrumbándose. Simultáneamente Eduardo Farha, el llorón mayor y vocero de los mercantilistas, apareció dos veces en televisión reclamando la misma cita.
Lo lograron, la reunión finalmente se dio y luego el presidente Alan García, nos malogró uno de los últimos domingos con su tercera entrega del "perro del hortelano" en el decano que ya parece la prensa oficial del gobierno, y mas rabioso que nunca despotrica contra los que no piensan como él, buscando marearnos con un colchón de cifras que para nada reflejan la impotencia de doña Pancha y la negra María cuando van al mercado con los 10 soles que apenas juntan sus hijos luego de 12 horas diarias de trabajo, pues al padre cincuentón ya nadie le da trabajo.
A renglón seguido, Fritz Du Bois, el joven y pituco columnista económico de El Comercio, denuncia a cierto sector empresarial que últimamente se ha dedicado a lagrimear ante el gobierno por la caída del dólar, buscando tramposamente, infiltrar otra vez en nuestra sistema los tristemente recordados subsidios apristas como el Certex, "distorsiones terribles que tomó años extirpar y que solo sirven para que ellos (los empresarios) puedan lograr un mayor nivel de utilidad".
Se repite la historia, algo empieza a oler a podrido. Lamentablemente, a juzgar por lo evidente, el ingenuo Alan García no aprendió la lección del destierro en la bien perfumada Paris, se está dejando enamorar nuevamente por los cantos de sirenas de esas aves de rapiña que rondan el campo de batalla antes de la masacre.
Y para remate, el índice de los precios al consumidor se le empieza a escapar de las manos a pesar de sus esfuerzos. Según el INEI, la inflación de febrero fue de carnaval: 4,82%, la mas alta desde 1999. García la recibió en 1,1% anual, la del 2006, y la tendencia hasta fin de este año es al alza, de acuerdo al BCR, puede llegar hasta 3,5% en el mejor de los casos.
Pero, 2009 será mejor que el 2008, ha dicho el presidente y Luis Carranza, aseguró a El Comercio, ".Estamos seguros de que podemos mantener la inflación bajo control ..".
¡ Cuidado ! , este año será de incertidumbre y el próximo la crisis debe acentuarse.
Revisemos los síntomas. Ayer fue lunes negro para las bolsas del mundo, especialmente las de Brasil y, lean bien, Perú, que cayeron estrepitosamente a niveles de la hecatombe de los años 30; mientras el director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, advierte que la crisis durará mas de lo previsto inicialmente, y Anoop Singh, otro alto funcionario del mismo organismo, adelanta que la turbulencia de los mercados se convertirá definitivamente en un multimillonario contagio financiero que marcara los libros en rojo.
Mientras el prestigioso Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal norteamericana, ha confirmado que la mayoría de los modelos para medir el riesgo habían fracasado porque eran demasiado simples para capturar la totalidad de las variables que rigen la realidad de la economía global. "La crisis dejará muchas víctimas", ha sentenciado para Reuters.
Por su parte, nuestros especialistas ya ven demonios en el horizonte y la mayoría achaca nuestros problemas a la crisis crediticia norteamericana, la continua alza del precio del petróleo y por supuesto, a las lluvias torrenciales y huaicos que mantienen en zozobra muchas zonas de producción agrícola en el interior del país.
Puede ser, pero no es toda la verdad, la inflación viene subiendo desde el mes de mayo del año pasado y desde entonces no ha detenido su marcha. Significa que lo que esta provocando este descontrol económico, tiene otras causas que el gobierno no ha sabido explicar porque quizás tampoco entienda, y para nada, siquiera roza la teoría politiquera del "perro del hortelano" y la de otros ayayeros.
Existe un alto consumo irreal provocado por los 14 mil millones de dólares enviados por los casi dos millones de peruanos que trabajan en el extranjero y por la proliferación de créditos de consumo a sola firma en la que resultan atrapadas jóvenes familias, obreros, empleados y profesionales recién salidos al mercado laboral que no llegan a los 30 años de edad.
Impactados por una publicidad trafera y subliminal que los convierte en consumidores potenciales de grandes tiendas chilenas a donde acuden entusiastas con una brillante tarjeta Visa para endeudarse con cuentas imposibles de pagar en el corto plazo.
Al final se dan cuenta que no resolvieron nada y son presa de los abusivos intereses bancarios y notificaciones de embargo que los pone en una lista negra para futuras transacciones.
El congresista Yonhy Lescano, ya dio la voz de alarma sobre esta dramática situación, por lo menos uno en el Parlamento parece que trabaja.
Ha pedido al gobierno que aumente las remuneraciones a la gente de menores recursos para que corran acorde con el crecimiento tan publicitado del país que solo esta beneficiando a un pequeño sector, el de siempre, y tomar medidas inmediatas que frenen la inflación especulativa de los comerciantes mayoristas y minoristas, así como del sector servicios que modifican sus precios de acuerdo a la cara del cliente y al feriado del momento.
Sin embargo no es suficiente, hace falta que los empresarios contraten con decencia y abandonen ese régimen de esclavitud en que mantienen a sus empleados por sueldos miserables, y que los organismos de control del Estado cuiden el bolsillo de los consumidores frente a las empresas de servicios como Telefónica, Edelnor y Sedapal, por ejemplo, a las que habría que descontar por su pésimo servicio.
Entonces habría un importante monto que regresaría al bolsillo de los sufridos usuarios. Ya lo ha dicho Domenico Siniscalco, vicepresidente para Europa de Morgan Stanley en el reciente Foro Económico Mundial, en Davos.
"Esta es una crisis distinta, de las familias, o sea del consumo y del sistema financiero. La deuda privada, ha demostrado ser mas peligrosa que la deuda pública".
Entonces esta claro, el hambre y la pobreza de nuestro pueblo no lo resolveremos con una tarjeta de crédito.
Paren ese tranvía de crédito de consumo abusivo y dañino, requerimos de medidas profundas que generen soluciones concretas en el corto plazo a nivel de burocracia y de campo, quizás algunas dolorosas para los grandes empresarios, muchos de los cuales evaden escandalosamente el pago de impuestos, incluidos varios canales de televisión que deben millones al Estado, y la Sunat, bien gracias.
Así que, en ese sentido, no hay por qué festejar ese fulgurante crecimiento de 9% anual, si éste, aún no es capaz de llegar proporcionalmente a los niños que venden caramelos y hacen piruetas en las calles de todo el Perú mendigando unos céntimos para comer y mantener a sus numerosas familia.
Tampoco llega a los castigados pueblos de nuestras cinco fronteras, ni a esos piadosos campesinos de nuestro inmenso Ande adormecidos por la falta de trabajo, la coca y la religión.
! Todavía estas a tiempo Alan, por favor, no la vuelvas a cagar … !!!.