Por : Enrique Benites Delgado
Ante la falta de liquidez de la Municipalidad de Trujillo, el alcalde, Don César Acuña Peralta, grábense bien ese nombre, ha amenazado con multar, demoler y denunciar a las centrales de riesgo al ciudadano que no pague sus predios o que no permita entrar a sus fiscalizadores.
Ante la falta de liquidez de la Municipalidad de Trujillo, el alcalde, Don César Acuña Peralta, grábense bien ese nombre, ha amenazado con multar, demoler y denunciar a las centrales de riesgo al ciudadano que no pague sus predios o que no permita entrar a sus fiscalizadores.
No se sabe que más argumentará para poder sacar más dinero de los alicaídos bolsillos de la ciudadanía. No voy a caer en el juego de negar por negar: la municipalidad si puede regularizar los predios que existen.
Lo que se critica es la forma y el por qué se quiere hacer. ¿Por qué ha esperado casi tres años para querer regularizar, a la mala, los predios? Porque tiene un gran forado presupuestal.
A don César se le avisó cuando creó el serenazgo… “se va a crear un forado en la Municipalidad. Si así como están las cosas existe una morosidad del 40% en el pago de los predios, incrementar un pago más la empeorará”.
A don César se le avisó cuando creó el serenazgo… “se va a crear un forado en la Municipalidad. Si así como están las cosas existe una morosidad del 40% en el pago de los predios, incrementar un pago más la empeorará”.
Y así ha sucedido. Por ese motivo la gestión de Pepe Murgia no quiso implementar serenazgo. Había que sacarle plata al pueblo.
Esta gestión ha sido la que mayor cantidad de personal ha contratado. Son un número cercano a las 1600 personas. Ese es el principal problema de la crisis económica. Ni todas las gestiones anteriores juntas llegan a ese número. Así mismo existen contratos ilegales de sus asesores por “servicios personalísimos”, les creó la vacante en forma irregular. Por ello reciben la friolera de más de 7 mil nuevos soles mensuales. Control interno, ¿existe?
Todo esto en contrario a su ofrecimiento electoral: “no politizaré ni convertiré a la Municipalidad en una agencia de empleos para mis militantes”. ¿Y qué ha sucedido? Todo lo contrario.
Pregúntese usted querido ciudadano ¿Qué hubiese pasado si no hubiera habido la bonanza económica en nuestro país? Este crecimiento económico ha beneficiado a esta gestión municipal como a ninguna otra en la historia de Trujillo.
Esta gestión ha sido la que mayor cantidad de personal ha contratado. Son un número cercano a las 1600 personas. Ese es el principal problema de la crisis económica. Ni todas las gestiones anteriores juntas llegan a ese número. Así mismo existen contratos ilegales de sus asesores por “servicios personalísimos”, les creó la vacante en forma irregular. Por ello reciben la friolera de más de 7 mil nuevos soles mensuales. Control interno, ¿existe?
Todo esto en contrario a su ofrecimiento electoral: “no politizaré ni convertiré a la Municipalidad en una agencia de empleos para mis militantes”. ¿Y qué ha sucedido? Todo lo contrario.
Pregúntese usted querido ciudadano ¿Qué hubiese pasado si no hubiera habido la bonanza económica en nuestro país? Este crecimiento económico ha beneficiado a esta gestión municipal como a ninguna otra en la historia de Trujillo.
Claro que sí. El señor Acuña, y debe agradecerlo, ha recibido solo en los dos primeros años la friolera de 41 millones de nuevos soles por canon y por el FONCOMUN.
Eso que no calculamos las miles de nuevas licencias, miles de nuevos negocios, miles de elementos publicitarios, miles de nuevas construcciones. Oiga usted amigo, de nuevo vale la comparación, ni las cuatro gestiones juntas de Pepe Murgia recibieron toda esa cantidad de dinero.
¿Con esos más de cuarenta millones de nuevos soles no ha podido hacer obras de envergadura? Hay que preguntarse ¿Dónde está el dinero? Ahora quiere sacarle plata a la pobre gente que a las justas tiene para comer.
¿Con esos más de cuarenta millones de nuevos soles no ha podido hacer obras de envergadura? Hay que preguntarse ¿Dónde está el dinero? Ahora quiere sacarle plata a la pobre gente que a las justas tiene para comer.
Y si no, multa, o hay que cuidarse del embargo de los muebles, máquinas de coser, refrigeradoras, equipos de sonido, y si tienes una cuentita en el banco, el SATT te lo embargará. Ese es el Chato. Al que lo eligieron para “salvar la ciudad”, ja, ja, ja.