El Beso de Judas



Por: Ramón Requena





Que falta de ambición tan clamorosa y tan inoportuna la de la familia Wong. Conformarse con 500 millones de dólares, sepultar su excelente imagen y pasar de propietarios a empleados de los chilenos que compraron su cadena de supermercados, porque Erasmo Wong, la figura mediática de la familia, lo ha anunciado entusiasta, se queda en la dirección de la empresa que hasta el 31 de diciembre del año pasado era la empresa peruana de bandera. Algún político lo dijo : «.. les faltó camiseta..», y mucho mas que eso.





Otra vez los chilenos y otra vez nuestra clase empresarial rindiéndose al irresistible tintineo del vil metal. Triste historia, y es que nuestro problema de fondo como Republica, no son nuestros políticos como pareciera, son nuestros empresarios, especialmente los grandazos, los que tienen importantes y suculentos intereses con el Estado o buscan tenerlos, los que corrompen a nuestros políticos incapaces.






Esos que al fin de cuentas son los que dan la cara aunque luego quiten el cuerpo. Ese es el meollo de nuestra aplastante mediocridad y nuestra abundante miseria. Empresarios sin bandera y con varios tipos de moral que acomodan de acuerdo a las circunstancias. Vladimiro Montesinos sustentó esta tesis, y como todos los que tenemos memoria sabemos, la demostración de su teoría con sus videos, fue inobjetable.






El asunto es que la venta de Wong nos deja casi exclusivamente dependientes de los servicios ofrecidos por chilenos. Servicios que ya se ha demostrado, no son excelentes, más bien cuestionables.





¿Recuerdan la vieja denuncia de César Hildebrandt, cuando todavía lo dejaban aparecer por televisión, evidenciando que Ripley, empresa chilena, vendía como nuevas, cámaras digitales de segunda? Y la misma prensa chilena nos informaba hace poco de los reclamos y protestas laborales que enfrenta en Chile el consorcio chileno que acaba de comprar Wong.






Así que ojo con lo que se nos viene, especialmente a los trabajadores de Wong y Metro, porque los Wong nos han entregado por unas monedas. Lo peor de todo esto, es que, acuérdense, a la larga o a la corta, terminaremos viendo el pisco pirata chileno en las vitrinas de Wong, y así sucesivamente.





Sin embargo hay que saber que no es la única venta importante de activos peruanos que pasan a manos chilenas en los últimos tiempos.





Molitalia, por ejemplo se esta convirtiendo en un pulpo chileno en nuestro desprotegido mercado. A mediados del año pasado compró la firma Clements –distribuidora de la bebida Gatorade y dueña de avena 3 Ositos- por unos 7 millones de dólares.





Molino Inca, la de Galletas Día, tampoco pudo resistirse a la voracidad chilena. Igual cayó Agrisac por unos10 millones de dólares, famosa entre nosotros por su marca de conservas Fanny, y luego Cereales O'Ryan. La lista es larga y continua.





En fin, cuando todos los vientos soplan a favor del Perú que no se cansa de crecer sostenidamente desde hace unos cuatro años, la familia Wong, siempre tan prácticos los chinos, se encargan de quitarnos la venda de los ojos y se retiran de la partida contradiciendo de cabo a rabo todo lo sostenido por el gobierno aprista que acaba de celebrar la promulgación del TLC con los Estados Unidos como una de las mas grandes conquistas económicas.





Pero que por lo visto a la familia Wong le importa un rábano, dejándonos la clara sensación que lo del TLC es pura bulla, que no rendirá para el mercado nacional lo que la ministra Mercedes Araoz nos ha vendido como la última chupada del mango para nuestra producción, para nuestro mercado laboral y por supuesto, ahora empiezo a dudar de cuánta ganancia quedará aquí después de tanto esfuerzo diplomático.





Difícil que la familia Wong nos de una explicación con lo ocupados que deben estar contando sus millones, viendo cuánto les tocará a cada uno y discutiendo como harán para gastar semejante riqueza.





Sin embargo me gustaría saber si entre la familia Wong hubo uno que por lo menos se haya opuesto a esa venta a favor de los chilenos.










¿Cómo hacer para enterarme? Tal vez América Economía publique el dato tal como anunció con mucha anticipación esta venta cuando los Wong lo negaban hace meses.





- Y tu gente ?





- Que gente ?





- Tus clientesss, los que apoyaron a tus padres desde la pequeña tienda en San Isidro?





- Ah … si nooo?





En la puja también participó una firma francesa, evidentemente perdió, ¿por qué sería? Por lo menos eso hubiera significado más democracia comercial. Y el camembert, el foie gras y el grand vin de Bordeaux nos hubiera llegado mejor y más barato.





Y no me vengan con la musiquita estúpida de que soy antichileno, si así me sienten, es porque en el sur hay antiperuanos.





Justo cuando empezaba a creer en el gobierno aprista, otra vez los chilenos con sus dólares y con la bendición política del camaleón Rafael Rey.





¿Qué hacía en la foto de un millonario negocio privado un importante miembro político del gobierno? ¿Qué dirá mi amigo Jorge del Castillo? Exijo una explicación.





Deberían haberla exigido los reporteros de ahora, como lo habrían hecho los periodistas de antes, pero es como pedirle peras al olmo. Ya lo dijo Norman Birnbaun, distinguido profesor en Oxford: "En una cultura capitalista, -como la nuestra- la propia política es un negocio".




! Provecho. ¡





Recuerdo que en Francia ocurrió algo parecido hace algunos años con la firma Michelín, tradicional fabricante de llantas, que intentaba comprar una transnacional norteamericana.





Medio Francia se levantó en protesta y el gobierno apoyó el reclamo nacional. Aqui es al revés, el gobierno apadrina el remate de nuestras mejores empresas.






Así que ahora, para las compras mi querida señito, sólo nos queda el chinito de la esquina.





¡Así no puele peee…!
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